Superhéroes con pijama

¿Creéis que es posible dirigir, pasar consulta y gestionar un centro veterinario de una manera eficaz y sencilla sin que nos cueste la salud emocional?

Los que somos gestores de centros, en el día a día tenemos que tomar decisiones como la contratación de personal, adquirir equipamiento, introducir un nuevo servicio, realizar subida de tarifas, etc. Y si además, somos propietarios de centros y tenemos que atender a pacientes, la cosa se complica tanto que para llegar a todo, tenemos que ser auténticos superhéroes, de los que llevamos un pijama a modo de capa.

¿Y quién, con todo esto, no ha tomado alguna de estas decisiones sobre la gestión basándose en su intuición o mirando lo que hace la clínica de la competencia? Porque, seamos sinceros, es muy complicado tener tiempo para todo.

Pero si hablamos de nuestra faceta como veterinarios clínicos, ¿solemos tratar a pacientes sin hacer una buena exploración, con pruebas complementarias para tener un diagnóstico previo? ¿Y por qué tomamos decisiones como las comentadas anteriormente sin hacer una buena valoración de la salud de nuestros centros?  

“Explorar, valorar y tratar”, al igual que con un paciente, es el camino adecuado para realizar una buena gestión económica de nuestros centros.  Repito,… explorar, valorar y tratar… Es muy importante hacerlo de una manera sencilla y eficaz, porque con ello podremos darle continuidad en el tiempo.

Mi padre no termina de entender que su hijo del que estaba muy orgulloso por hacer algunas cirugías complejas, ecografías, etc.  ahora dedique parte del tiempo a viajar y trabajar con un ordenador mirando kpis y datos.

Y es que la mayoría de las ocasiones, al menos los de mi generación, estudiamos veterinaria con la ilusión de poder trabajar con animales, ya sea en una clínica veterinaria o en el campo. Pero algunos de ellos acabamos siendo empresarios o gestores, lo cual nos ha hecho tener que desenvolvernos en un área para la que en muchas ocasiones no tenemos suficiente formación y no estamos bien preparados. 

Así que toca ponerse las pilas, montar y dirigir una clínica, es algo que va mucho más allá del amor por los animales. Cómo dice una buena amiga mía, esto no es ocio es un negocio, y por tanto, nos jugamos mucho.

La gestión de los centros ha evolucionado muchísimo en los últimos años, aunque no todo el mundo ha sido capaz o ha querido adaptarse a la evolución del mercado de las clínicas veterinarias en los últimos tiempos. Recuerdo que cuando comencé a estudiar la carrera allá por 1994 había muy poca competencia entre clínicas, por lo que la gestión era bien sencilla, era la época en la que abrías y comenzaban a entrar clientes, no había que salir a buscarlos. Los cierres de caja diarios consistían en sacar el dinero que había en caja y meterlo en el bolsillo, sin anotar nada.

Pero eso amigos ha ido cambiando, comenzó a haber una mayor competencia entre centros, los clientes podían comparar más a donde acudir, lo que nos obligada a medir mejor las decisiones, establecer estrategias.

Hoy día o tienes un buen plan y gestionas muy bien un centro, o el futuro se complica.

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