La confianza en el líder

Hay veces en las que equipos o individuos concretos, dejan de creer en un proyecto pese a ser a priori una gran oportunidad de desarrollo laboral, debido a que la persona que lo lidera no tiene la suficiente habilidad para trabajar distintos aspectos importantísimos relacionados con la profesión y las personas. Uno de estos es la confianza.

La confianza es algo sumamente importante cuando hablamos de gestionar y dirigir equipos de trabajo. Esto es algo que todos tendríamos claro, pero ¿cómo podemos saber que la estamos desarrollando bien? Para ello, debemos de monitorizar tres factores:

  • Autenticidad: las personas confían en nosotros cuando creen que somos el verdadero yo.
  • Lógica: razonamiento y juicios sólidos
  • Empatía: la gente debe de ver que te preocupas por ella y por sus éxitos.

Es muy importante tener siempre presentes estos tres aspectos, para poder diagnosticar errores y activar soluciones. No es de recibo que no detectemos personas en el equipo que no disfrutan de su trabajo o no estén contentas, y por tanto, las acabemos perdiendo de forma sorprendente. Es necesario verlo cuanto antes.

Hoy me gustaría detenerme un poco en la AUTENTICIDAD.

¿Puedo ser mi verdadero yo en el trabajo? La gente desconfía de aquellos que parecen falsos o ensimismados. Puede ser algo distinta la autenticidad del trabajo y la vida familiar, es algo normal. Cuando hablamos de trabajo deberíamos tener en cuenta:

  • Valores: hablar de lo importante para nosotros y el porqué, así como tratar de vivirlo.
  • Palabras propias: no repetir guiones de la empresa. Usar historias, vocabulario y humor de nuestras propias experiencias. La gente escuchará más atentamente.
  • Estilo de liderazgo: seguir las normas de la empresa, pero tomando decisiones fieles a nosotros mismos. Debemos mostrar personalidad y no ser un mero altavoz.

Pero ¿podemos ser nuestro verdadero yo en el trabajo? A veces hay una brecha importante entre nuestro yo real y el papel corporativo que estamos obligados a representar. Esto nos puede generar dudas. Debemos de ser valientes y plantear a nuestros superiores, si la confianza es buena, ideas y cambios que pensamos que serían beneficiosos.

¿Y cómo comienzo? Para incorporar plenamente nuestras verdaderas cualidades de liderazgo, es mejor comenzar por grupos más pequeños en entornos más seguros. Debemos concentrarnos en los valores, palabras y estilo de liderazgo que reflejen nuestro verdadero yo, y valorar cómo son recibidos por el equipo, para hacer correcciones y pasar posteriormente a equipos más grandes.

Por último, dejo una cita que me parece muy interesante: “la humildad es poderosa. Sólo a través de un examen honesto de nuestras fortalezas y debilidades podremos crecer”.

Fte.: Frances Frei – Profesora, Harvard Business School

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