Uno de los problemas con los que nos encontramos a diario es la falta de tiempo. No hago este trabajo porque me es imposible, no entreno porque madrugo, o tengo hijos, etc. En la mayor parte de las ocasiones, son excusas para justificarnos por no realizar algo. Yo hace unos años era así, y hoy día, suelo sacar tiempo para casi todo, como gestión de mi clínica, dar clases, operar, escribir, estar tiempo con la familia, e incluso entrenar para correr ultramaratones. Y os aseguro que para nada soy Supermán. Se trata de organización.
Para conseguirlo, debemos de tratar de imponernos un sistema de gestión de tiempo, con una serie de hábitos que nos permitan ocuparnos de cada tarea. Afortunadamente, el tiempo se trata de un bien que es el mismo para todos, hombres y mujeres, extranjeros y nacionales, ricos y pobres, todos tenemos 24 h y 7 días a la semana. La diferencia está en saberlo administrar.
He aquí algunos consejos:
–No confíes en tu memoria de elefante. Hacernos de un blog de papel, agenda o diario. Yo soy clásico, y me gusta llevar mi cuaderno de papel, el del elástico, y la agenda del móvil.
–Hacer una auditoría de cómo gestiono mi tiempo. Podemos hacerlo en bloques de 30´. Debemos de ser sinceros y anotarlo todo. A final de semana lo repasaremos y veremos cuánto desperdicio horario hubo.
–Divide tu tiempo en lo que llamo los 4 bloques de la felicidad (familia, trabajo, realización personal-hobbies, y círculo de amistades) y trata de dedicarle atención a todos, evidentemente a unos más que a otros, dependiendo del día.
–Anotar unos objetivos claros para ese año: Si queremos realizar o conseguir alguna cosa, debemos de visualizarla previamente y marcarla en rojo. Deben de ser cosas tangibles, concretas. Por ej. Correr la media maratón de mi pueblo, escribir una novela, tener 100 clientes mas, un trabajo nuevo, dedicar una hora de juego diario a mis hijos, etc.
–Clasificar y anotar las tareas del día siguiente en urgentes, importantes o normales. Siempre hay unas cosas que podrán esperar más que otras.
–Comenzar el día haciendo primero lo urgente y mas importante. Tenemos la costumbre empezar a hacer las cosas que mas nos gustan o atraen, y no siempre son las más importantes. ¿A quién no le ha pasado alguna vez que tenga que hacer una llamada o dar una noticia, y lo acaba aparcando porque no le apetece nada? Cuanto antes nos quitemos estas tareas, mejor.
–No ponernos demasiadas cosas para el día. Es mejor ponernos menos volumen trabajo y hacerlo más fructífero.
–Si nos bloqueamos porque nos falta inspiración o creatividad, es mejor parar y pedir o buscar ayuda a alguien, o bien, leer artículos sobre lo que tratamos de realizar. Volveremos a coger la onda.
–Tareas pendientes. No agobiarnos si hay tareas que no pudimos hacer. Siempre debemos de tratar de acabar el día contentos con el trabajo hecho. Las anotamos para el día siguiente.
–Bloquea las distracciones. No distraernos con la tecnología. Si nuestro trabajo nos lo permite, dejar a un lado el móvil y el correo electrónico, para consultarlos sólo al final de la mañana y la tarde. Algunas veces estamos haciendo algo, y se nos va el “Santo” al cielo mirando el móvil.
–Sigue la regla 80-20. Esta regla establece que el 80% de los esfuerzos proviene del 20% de los resultados. Por lo tanto, identifica el 20 por ciento de los esfuerzos que producen el 80 por ciento de los resultados y amplíalos.
–Practica tu otro cerebro. Todo el mundo tiene más habilidades por unas cosas que otras. Es bueno tratar de hacer actividades que potencien nuestros puntos débiles. Por ej. bailar, pintar, escribir poesía, etc.
–Dormir bien y aprender a relajarse. Mínimo 7 h. de sueño, de lo contrario, iremos acumulando cansancio físico. Además, podemos dedicar una pequeña franja horaria a relajarnos y desconectar. Tras la comida, suelo escuchar música en el sofá durante 40´, y como nuevo para el trabajo.
–Eliminar malos hábitos. Tratar de minimizar el tiempo que dedicamos a cosas que no son productivas ni nos aportan nada. Ej. La televisión, videojuegos o las redes sociales. Un problema gordo hoy día.
–Descansar entre periodos de trabajo. Al igual que en los entrenos de semana, es mejor hacer días de calidad y otros de descanso, en el trabajo pasa igual. Si estamos pasando consulta o haciendo cuentas, es importante que cada x tiempo, salgamos y tomemos aire o nos tomemos un café. Es una forma de recargar las pilas mentales. Por no levantarnos de la silla no vamos a acabar antes.
–Ser ordenados en todo. Está demostrado que si trabajamos en un entorno mas ordenado y organizado, nos ayudará a estar mas centrados y rendir mejor.
–Trata de hacer algo de ejercicio cada día. Sudar y eliminar toxinas, nos harán sentir mejor física y mentalmente. Si solo puedo a las 12 de la noche, pues a las 12.
Así que manos a la obra. ¡Y recordad!, lo más importante es disfrutar de cada día como si fuera el último, con un adecuado equilibrio entre trabajo y vida.